Inspiración: Gasolina que nos mueve

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Hola a todos compañeros y compañeras de viaje.

Estoy aquí para compartirles una práctica más, para hacer de la felicidad una forma de vida.

La práctica de esta semana es un fuerzón: La inspiración.

Esta para mí es la gasolina que nos mueve a hacer cosas más, allá de lo que normalmente hacemos, es una fuerza que cuando nos invade, puede sacar lo mejor de nosotr@s y llevarnos a hacer cosas maravillosas.
Voy compartirles cuatro formas para cultivar la inspiración:

La primera es: de quién nos rodeamos. Muchas tradiciones hablan de que todos somos como espejos y lo que reconocemos cuando vemos a otra persona, lo que nos mueve, es nuestro propio reflejo, es algo en nosotros que se reconoce en el otro, entonces si yo me rodeo de gente inspiradora, que hace cosas maravillosas, que tiene la mejor actitud frente a la vida, gente que ha logrado superarse y salir de momentos difíciles, esa fuerza en mí, se ve y se reconoce en el otro y al reconocerse se activa, se despierta.

Y esto ocurre exactamente igual si nos rodeamos siempre de gente negativa, derrotista, tóxica, gente que está siempre en carencia, en la queja, en el cinismo, gente que simplemente no le saca el jugo a la vida.

En cada persona hay un poquito de todo, aspectos positivos y otros no tanto, por eso es tan importante ponerle ojo a la gente con la que uno se rodea porque con ell@s se reflejan, reconocen y activan esos aspectos. Nuestro entorno puede hacer una diferencia enorme, nos puede ayudar a levantar o nos puede dejar bien abajo y por un buen tiempo. Los ejemplos que tenemos cerca refuerzan en nosotr@s la noción de lo que es posible y lo que no, por lo tanto, "ojo con las juntas”.

La segunda forma: no tod@s tenemos la suerte de tener gente inspiradora en nuestros círculos sociales, familiares o laborales, y tal vez no sea tan fácil cambiar esos círculos, pero tenemos a la mano la opción y posibilidad de accesar, por medio de internet, a millones de personas inspiradoras, así que no hay no hay excusa.

Tenemos youtube! En internet un@ puede meterse y buscar gente, específicamente haciendo cosas que nos gustaría hacer, personas extraordinarias, inspiradoras, generosas, brillantes, creativas, etc.

Podemos tomar capsulitas de inspiración y ver todos los días unos cuantos minutos de videos inspiradores, que nos ayuden e impulsen hacia adelante.

Yo personalmente, tuve mucha suerte de que, desde niño, tuve ejemplos cercanos de personas que de formas alternativas, se ayudaron a si mismas a estar mejor, ejemplos exitosos que me marcaron profundamente, por que me mostraron la posibilidad de superar mis propias dificultades y obstáculos para mejorar mi condición y mi experiencia de vida.

Soy consciente de lo privilegiado que fui al tener ejemplos inspiradores cercanos desde temprana edad y esa es de mis principales motivaciones que me mueven a querer contribuir y ayudar a mucha gente que no tuvo o no tiene ese privilegio.

Y esto nos lleva a la tercera práctica: ser inspiración para alguien más. Saber y sentir que estás contribuyendo a la mejoría y bienestar de alguien que lo necesita, es una fuerza tan grande, tan empoderadora y se siente tan bien! Si vos, que estás leyendo esto, has podido salir de un momento difícil, si has podido lograr cosas maravillosas, a pesar de los obstáculos, más allá de todo pronóstico, compartí con gente que está atrás en el camino, compartí con gente que pueda estar pasando por lo mismo que vos pasaste, compartí la forma en que lo hiciste.

Vos sabés bien lo que se siente estar estancad@ y hoy día, la felicidad, la actitud y el brillo que tenés por haberte superado, son una inspiración más grande de lo que te podás imaginar. Ser inspiración para alguien más, es un privilegio y es también una medicina porque cada vez que se comparte, se reafirma esa fuerza en vos. Cada vez que se comparte, realmente se multiplica.

La cuarta práctica que recomiendo es hacer pequeños ejercicios para recordar y reconectar con la memoria de momentos en que hemos vivido inspiración profunda, porque tod@s en algún momento de la vida, hemos tenido y experimentado deliciosos momentos de inspiración y esa memoria está adentro de nosotr@s y al conectar con ella, se despierta. Tenemos una memoria emocional que podemos accesar y activar cada vez que la recordamos.

A veces no hay que ir muy lejos, a veces no hace falta más que revisar nuestra propia experiencia, para recordar nuestro poder, lo mucho que somos capaces de hacer, las cosas maravillosas que somos capaces de sentir.

Con estas cuatro prácticas sencillas podemos cultivar este maravilloso poder.

Pero: no me crean nada!

Prueben y después me cuentan.


Zarpe diem!

Tómense cada día como si fuera el último.

Yaniv Shanti

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