Conexión humana: Corazón con corazón

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Hola a todos compañeros y compañeras de viaje.

Estoy aquí para compartirles una forma más para hacer de la felicidad una práctica de vida diaria y la práctica de esta semana es una de mis favoritas, de las más poderosas y también de las que mejor y más rico se siente: La conexión humana!

Un músculo que cuando lo tenemos despierto,
nos permite vivir la vida a otro nivel, haciéndonos sentir, valga la redundancia, conectado@s

La ausencia de la conectividad, la soledad, el aislamiento, son causantes de muchos de los males emocionales y mentales que aquejan a la humanidad. Hoy día, de hecho, se habla de la soledad como el nuevo mal del siglo 21, paradójicamente en la era en que tenemos más medios para estar conectados, es cuando más padecemos desconexión, soledad y todos los males de salud que derivan de ese estado.

Pero qué es estar conectado? Tener esa conectividad despierta, no significa estar rodeado de un montón de gente, porque se puede estarlo y aún así estar completamente sol@, se trata de una calidad de conexión diferente, conexión corazón con corazón.

Una conexión en la que se comparte el sentir, porque en el momento que compartimos una emoción, nos unimos y en el momento que entra la mente con nuestras opiniones, posturas y creencias, ahí nos separamos. En pocas palabras: en el corazón nos acercamos y en la mente nos separamos.

Es tanto más difícil ponernos de acuerdo en la mente, en cambio, cuando compartimos una emoción común, en ese momento somos uno.

Dos ejemplos claros: cuando celebramos la emoción de un gane de la selección nacional, en ese momento somos uno, unidos en la alegría, no hay diferencias entre la gente y todos nos sentimos conectados. En el otro extremo, cuando juntos lloramos la muerte de un ser querido, en ese momento nos unimos en dolor y conectamos.

La conexión corazón con corazón es una medicina que sencillamente se siente maravilloso y es que nuestro cuerpo nos regala una inyección de oxitocina, que es el neurotransmisor que se libera y nos permite sentirnos conectad@s, segur@s y amad@s.

La oxitocina es una de nuestras más poderosas medicinas internas, neutraliza el cortisol, reduce el stress y nos permite sentir amor, alivio y felicidad.
Quiero sugerirles dos prácticas para esta semana: primero apostarle a conectar, empezando por llamar a gente querida, sea alguien familiar, alguna amistad o inclusive a alguien con quien hace rato no hablan y que saben que está solito o solita y que podría beneficiarse de un poquito de atención. Llamen y conversen un rato y hablen de lo que sienten y sobre todo, escuchen, con empatía y sin juicios.

La segunda práctica es tomarse un tiempito para vivir con totalidad, cualquier interacción que podamos tener a lo largo del día, por más casual que sea, con la cajera del supermercado, con el chofer del Uber, con la persona que está a la par en la fila o con cualquier persona que uno se pueda encontrar.

Esto significa estar realmente ahí, presentes y con toda nuestra atención. Conversar, interesarse por lo que la otra persona tiene que decir, aunque sea un minutito, aunque sea un intercambio rápido de palabras. Ser escuchad@ y darle a alguien ese sentir de que es escuchad@, es un intercambio y una conexión hermosas.

Una comunicación auténtica y genuina es aquella en la que ocurre un intercambio honesto y transparente. Cuando nos permitimos expresar, escuchar y sentir, podemos experimentar empatía, un momento en que nos sentimos identificad@s con el sentir de la otra persona, porque tod@s sentimos en algún momento tristeza, frustración, ansiedad, miedo y todo tipo de emociones incomodas y también agradables. Nadie quisiera sentirse mal y tod@s quisiéramos ser felices y aunque pensemos distinto, es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Saberlo, sentirlo y vivirlo es el camino de la conexión.


Permítanse vivir esta semana, cada día, una conexión premeditada y una casual, una de cada una, por lo menos.

Vean lo maravilloso que se siente y las cosas que puede provocar en su día.


Pero no me crean nada.

Mejor prueben y me cuentan.

Zarpe Diem!

Tómense su día, como si fuera el último!

Yaniv Shanti

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